La integración, una meta en la que todos ganan


Los ciudadanos de la UE y los inmigrantes coinciden en que el camino hacia la integración pasa por el conocimiento del idioma, el empleo, el respeto a la cultura local y un estatuto jurídico claro.
Los inmigrantes que vienen a la UE no solo aportan diversidad, sino que traen consigo el potencial para contribuir de forma importante a la estabilidad y el crecimiento económico.
La UE vive una situación de envejecimiento de la población y bajas tasas de natalidad. En estas circunstancias, los inmigrantes pueden contribuir al sostenimiento de la economía europea y a la financiación de los sistemas nacionales de protección social: el único requisito es que estén plenamente integrados en los países de acogida.
La Comisión ha propuesto una serie de medidas para facilitar la integración mediante el aprendizaje del idioma, la apertura del acceso al empleo, la enseñanza y el refuerzo de la lucha contra la discriminación.
Aunque las políticas de integración son competencia de los Estados miembros, la UE puede prestar apoyo e incentivos a través de la financiación, la coordinación de políticas y el intercambio de mejores prácticas. Las nuevas medidas fomentarían la actuación a nivel local, recurriendo a la cooperación entre autoridades locales, empresarios, organizaciones de inmigrantes, proveedores de servicios y población local.
Cada país, región o ciudad de la UE tendría libertad para elegir las medidas más adecuadas a sus circunstancias. El seguimiento de los resultados se haría aplicando los mismos indicadores para toda la Unión.
Las perspectivas en este campo son buenas, ya que una reciente encuesta Eurobarómetro sobre la integración de los inmigrantes ha puesto de manifiesto que tanto los ciudadanos de la UE como los inmigrantes coinciden ampliamente a la hora de señalar los factores que favorecen la integración.
La encuesta, que se llevó a cabo en marzo y abril de 2011, apunta a un consenso en cuanto a la necesidad de redoblar los esfuerzos de todas las partes: las administraciones, los propios inmigrantes y el público en general.
Los ciudadanos de la UE y los inmigrantes comparten puntos de vista similares sobre los factores que condicionan la integración. Los cuatro más importantes son: hablar el idioma del país de acogida, poder trabajar, respetar la cultura local y disfrutar de un estatuto jurídico claro. Para ambos grupos, el conocimiento del idioma es el factor primordial.
Los dos grupos también coinciden en la importancia de la interacción en el trabajo y la escuela, así como en los efectos perjudiciales de la segregación en barrios.
La UE acoge a 20,1 millones de inmigrantes de terceros países, que representan cerca del 4% de la población.

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Fuente:migrarconderechos.es
 

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