La caída en el número de europeos y latinoamericanos por la crisis y la concesión de la nacionalidad española hacen que el contingente foráneo baje en 3.000 personas El auge de colectivos como el ruso y el magrebí evitan que la pérdida sea mayor

27.01.2014

La población extranjera en la provincia de Alicante ha sufrido el mayor descenso de los últimos 15 años, según ponen de manifiesto los datos detallados del padrón de habitantes a 1 de enero de 2013. En esa fecha, el recuento del Instituto Nacional de Estadística (INE) cifra en 469.417 los residentes en los municipios alicantinos con una nacionalidad distinta a la española; sin embargo, eso supone un descenso de 3.193 personas en relación al anterior recuento de población. Se trata del segundo descenso que se produce desde que el INE difunde estos datos al detalle, en 1998. Además, la anterior bajada, en 2011, fue mucho menor que ésta, de 415 personas.
Entre 1998 y 2010, la población extranjera de la provincia se multiplicó por seis, pasando de 75.522 personas a 467.099. El número de inmigrantes, tanto por motivos de tipo laboral como simplemente residecial, aumentó exponencialmente de una forma uniforme en el territorio. Sin embargo, a partir de entonces, y ya con la crisis económica avanzada, el panorama ha cambiado completamente. Los ciudadanos procedentes de países latinoamericanos son cada vez menos numerosos, algo que en buena medida se debe a la propia crisis, ya que muchas personas han regresado a sus lugares de origen al ver muy empeorada su situación en España.
A ese factor se añade el de las personas que obtienen la nacionalidad española, que en muchos casos proceden de países latinoamericanos. Obviamente, ellas también dejan de figurar en el padrón como ciudadanas de sus países de origen, y pasan a constar como españolas. Así las cosas, entre los dos factores citados, no sorprende –aunque sí llame la atención por la magnitud de las cifras– que, por ejemplo, el último padrón refleje la presencia de 8.847 ecuatorianos menos que en 2008. En este tiempo, el número de argentinos ha descendido también en 4.247, mientras que el de colombianos lo ha hecho en 6.841. Mientras tanto, por otra parte, a lo largo del año 2012 se concedió la nacionalidad española a 3.949 personas en la provincia.
La incidencia de la crisis económica, que ha llevado a que muchos extranjeros –y también españoles– se marchen a buscar mejores opciones de futuro, ha tenido también una repercusión sobre el denominado turismo residencial, que representan sobre todo los ciudadanos procedentes de otros países de la Unión Europea. Los inmigrantes británicos continúan siendo con diferencia los más numerosos, pero su presencia se ha reducido en un 1,5% en el último año, tras década y media de imparable crecimiento. También ha disminuido el colectivo de alemanes, aunque en menor medida, así como el de holandeses. En cambio, crece de forma tímida el de italianos; entre éstos no habría que descartar, quizá, la presencia de personas latinoamericanas con ascendentes en el país transalpino, y que solicitan esa nacionalidad y no la española.
Auge de Rusia y el Magreb
El descenso de la población extranjera sería todavía mayor si no hubiera dos colectivos, muy distintos entre sí, con un crecimiento importante. Por una parte, el de ciudadanos rusos, que en sólo un año ha crecido un 11% y está ya conformado por casi 13.000 personas. Y, por otra, el de personas procedentes del Magreb: el número de marroquíes ha crecido casi un 2%, mientras que en el caso de los argelinos este incremento se eleva nada más y nada menos que al 17%. También crece, aunque de una forma mucho más moderada, el número de ciudadanos de países asiáticos.
 

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