La inmensa mayoría de retornos son a naciones latinoamericanas como Argentina, Ecuador y Bolivia, donde las condiciones sociales y económicas han mejorado
P. ALBEROLA/I. VICENTE -Diario Información
La crisis y la falta de trabajo han provocado que alrededor de 15.000 inmigrantes hayan dejado la provincia en los dos últimos años para regresar a sus países de origen, según un estudio elaborado por el Observatorio de la Inmigración de la Universidad de Alicante en el que mide por vez primera el impacto que la crisis está teniendo sobre la población extranjera y cómo ésta se está reconfigurando. Y es que se trata de la primera gran recesión económica que vive España con población inmigrante.
La inmensa mayoría de estos retornos se han producido "hacia los países latinoamericanos, como Argentina, Ecuador o Bolivia "donde han mejorado las condiciones políticas y sociales", explica Carlos Gómez Gil, director del observatorio y autor de este estudio. Así, en 2008 había 59.209 inmigrantes latinoamericanos con permiso de residencia viviendo en la provincia de Alicante, una cifra que se ha reducido hasta los 44.251. Un descenso "sin precedentes y que en el conjunto de la Comunidad supera las 32.000 personas. En el resto de nacionalidades, "estos retornos son prácticamente inexistentes, porque en continentes como el africano, las condiciones de vida siguen siendo muy malas". Junto a estos retornos, Gómez Gil destaca el gran número de extranjeros que se han quedado en situación de irregularidad al perder sus empleos y no poder renovar los papeles. Una cifra "que en el conjunto de la Comunidad alcanzaría las 25.000 personas".
En el estudio también se pone de manifiesto cómo la recesión ha terminado "con la teoría del efecto llamada" y cómo la crisis está golpeando en mayor medida a la población extranjera. Según explica Gómez Gil "la tasa de desempleo entre los foráneos es 9 puntos superior a la de los autóctonos (20,5% frente a 29,5%)".
Sin embargo, parece que las mujeres están soportando mejor la situación, "por lo que son los hombres quienes se están yendo en mayor medida, lo que da origen a rupturas de las familias".

Reducción en los barrios
Sólo la ciudad de Alicante ha perdido en los dos últimos años a 4.000 inmigrantes, rompiendo así la tendencia ascendente en la llegada de personas de otros países que comenzó a finales del siglo pasado y que había crecido de forma ininterrumpida hasta 2009, año en el que, según el censo, el número de inmigrantes se redujo en 234 personas. Esta cifra no suponía más que un 0,5 por ciento menos de extranjeros de un total de 51.382 personas foráneas censadas en la ciudad a 1 de enero de 2010, pero esa fecha marcó una inflexión negativa que se puede constatar con los datos del 1 de enero de 2011 cuando se registran 3.682 inmigrantes menos.
"Muchos argentinos están volviendo a casa porque aquí ya no hay oportunidades. Si no hay trabajo, no tiene sentido seguir aquí", ha señalado Ricardo Ernesto, propietario de un puesto de carne en el Mercado Central, quien además se lamenta porque "con la marcha de muchos compatriotas, se ha notado una reducción en las ventas de productos de nuestros países" y es que, los argentinos son los inmigrantes que en mayor número están abandonando Alicante, con una reducción en su número de un 11,7% en 2009. Los argentinos, además, empezaron a marcharse en 2005, según reflejan los datos del censo, año en que se contabilizaron 4.147 personas originarias de Argentina. De ellos, quedaban 3.155 a 1 de enero de 2010. Tras ellos, ecuatorianos y colombianos son los que en mayor porcentaje están volviendo a sus países o probando fortuna en otras ciudades.
La reducción en el número de inmigrantes se empieza a notar sobre todo en los barrios de Alicante que han acogido a personas extranjeras de forma masiva en los últimos años.
En zonas como Colonia Requena, Juan XXIII o Virgen del Remedio, con un alto índice de inmigración, la inversión en la tendencia se ha notado especialmente y empieza a haber pisos vacíos que hasta ahora estaban ocupados por población foránea. "Hemos dejado de ser un lugar de oportunidades y hay personas que ya han tirado la toalla", ha indicado Héctor Sánchez, un ecuatoriano residente en Juan XXIII quien ha confirmado que en los últimos años se está produciendo la marcha paulatina de inmigrantes. "Yo tenía en mi escalera a dos familias que se han ido, una ecuatoriana y otra chilena".

El 70% tiene permiso de residencia permanente
La crisis no afecta por igual a todos los inmigrantes. Uno de los datos que se desprenden del estudio elaborado por el Observatorio de la Inmigración de la Universidad de Alicante es que cerca de un 70% de los extranjeros tiene permiso de residencia permanente. "Esto es muy importante, señala Carlos Gómez Gil, porque quiere decir que no están en una situación de inestabilidad documental. Les afecta la crisis, como a todo el mundo, pero están algo mejor porque no necesitan renovar los papeles". Otro aspecto positivo que se está dando a raíz de la crisis económica es "la mejora e inversión en la cualificación que están haciendo muchos inmigrantes a nivel técnico y universitario".
 

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