Fuente: Daniel Moltó.EL MUNDO Alicante.18-05-2014

Crece la desigualdad educativa en los barrios más desfavorecidos

  • La crisis dificulta a muchos jóvenes continuar sus estudios

  • Crecen las tasas de abandono y fracaso escolar en barrios pobres

  • Afecta a toda una 'generación puente', hijos e hijas de inmigrantes 

La creciente brecha social es una consecuencia patente de la crisis económica. Y es en los barrios desfavorecidos donde más se constata ese aumento de la desigualdad y de la falta de oportunidades.
Esto afecta especialmente a adolescentes y jóvenes, entre quienes se disparan las tasas de fracaso y de abandono escolar, sobre todo tras la etapa educativa obligatoria. Continuar con estudios medios o universitarios es aquí cada vez más difícil.
Son algunas de las conclusiones provisionales del proyecto que está llevando a cabo en las zonas más deprimidas de la ciudad el Observatorio Sociológico de la Educación, vinculado al departamento de Sociología de la Universidad de Alicante e integrado por investigadores de este departamento y de la facultad de Educación, junto con profesorado de centros educativos no universitarios y otros profesionales.
Según explica la profesora del departamento de Sociología I, María Jiménez Delgado, este análisis sociológico surgió con el objetivo de «establecer una relación fluida y sólida con los centros educativos, que hacen frente a situaciones muy difíciles y que sobrepasan en muchos casos su función. Queremos investigar juntos, -a través de un trabajo cuantitativo y cualitativo- la realidad social y educativa, teniendo en cuenta la diversidad cultural y lingüística existente, como ocurre en la Zona Norte de Alicante, para comprender qué está pasando en estos centros».
En estos barrios, donde un sector importante de la población es de origen foráneo, interesa estudiar qué ocurre con los hijos e hijas de estas familias inmigrantes, una «generación puente» de ciudadanos españoles que ve condicionada su formación y su participación social y laboral por su situación económica. «Nos interesan especialmente las mujeres, ya que su caso es aún más complicado», indica Jiménez Delgado.
Para ello están realizando una serie de entrevistas en profundidad con jóvenes que han dejado sus estudios, aunque también a otras que los llevan adelante. «Hay mucho talento desaprovechado», les contaba, por ejemplo, una de estas estudiantes, actualmente en quinto de la licenciatura de Químicas.
«Varias chicas entrevistadas son madres que han abandonado sus estudios, algunas mucho antes de finalizar el tramo obligatorio. Muchas de ellas querrían volver a estudiar ahora pero su situación es tal que, a veces, es imposible pagar los 30 euros de material tras inscribirse en un curso de la escuela de formación de personas adultas», apunta.
El proyecto destaca además el papel «crucial» del profesorado, a pesar de que los propios equipos docentes son también víctimas de la precariedad y la falta de recursos. «Aún así, observamos cómo llevan adelante prácticas de éxito, que consiguen a través del reconocimiento de las capacidades de sus alumnos, a quienes tratan de ofrecer la mejor educación posible».
Poner en valor esta labor y conseguir que las familias confíen en el profesorado es, según María Jiménez Delgado, «fundamental», así como invertir más en ella. «La desigualdad en este ámbito es algo que nos debería preocupar a todos, porque la sociedad se juega mucho con la falta de cohesión social. La exclusión de una parte de la población joven es una bomba».
Otro vértice del trabajo consiste en la intervención social, a través de la colaboración con asociaciones para prevenir esas desigualdades antes de que el niño vaya a la escuela.
El proyecto tiene pendiente una segunda parte, que abordará los problemas de inserción socio-laboral derivados de esta situación.
Como explica Jiménez, «hay una realidad muy distinta entre aquellas mujeres que abandonan sus estudios y las que han podido continuarlos. No se trata sólo de oportunidades laborales, sino de proyectos de autonomía personal, de igualdad de género, de recursos para enfrentarse a diferentes situaciones vitales».

EL PAPEL DE LOS PROFESORES

  • Jornada. El proyecto se presentó hace unos días en una jornada dirigida especialmente al alumnado de la Facultad de Educación.
  • Compromiso. Jiménez Delgado, quien destaca la implicación de los profesores en estos barrios, explica que «uno de los objetivos de la jornada fue que los futuros docentes no huyan de esta realidad, sino que apuesten por cambiarla».
 

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