Alicante Acoge se desvanece
jueves, 20 de junio de 2013
La entidad se vio abocada al cierre hace un año por los impagos del Consell, que ascienden a 109.000 euros. Un juzgado de la capital tramita el concurso de acreedores de la Fundación
Las puertas de la Fundación Alicante Acoge llevan desde hace un año cerradas para poder ofrecer su servicio a miles de personas inmigrantes de la capital de la provincia. En junio de 2012 anunciaron su clausura ante los impagos del Consell. Ahora, un juzgado de lo mercantil de la capital ha designado un administrador concursal para liquidar las deudas con los acreedores de la ONG, declarada de forma voluntaria en concurso, que ha llegado a atender a alrededor de 3.000 personas en un año.
La deuda de la administración autonómica con Alicante Acoge superó los 109.000 euros antes de alertar de su cierre, correspondientes a 2011 y los cinco primeros meses del año siguiente. Esta losa obligó a dar portazo a la sede que tiene en propiedad la Fundación, así como a dejar los dos pisos en los que se atendían a personas sin recursos, entre los que se encontraban jóvenes menores de edad. Desde entonces, nada se sabe del montante de 63.000 euros de la Conselleria de Bienestar Social y los 46.000 euros restantes de la de Formación.
Antes, los responsables de la Fundación han tratado de refundarla como otra entidad, «pero ha resultado imposible», asegura el actual presidente, Enrique Pérez, quien, junto con el administrador concursal elegido por el juzgado de Alicante, deberá gestionar el cese total de la actividad y el pago de las deudas. Así que, la que en su día fue una asociación de ayuda al inmigrante se mantiene en pie tan solo «para tareas burocráticas», ya que «todavía no se han abonado las deudas de la Generalitat».
Entre esos débitos se encuentran las nóminas de los seis extrabajadores de Alicante Acoge, a quienes «trataremos de abonar las últimas nóminas», que ya no pudieron ser satisfechas tras el abandono de la Generalitat. Una socióloga, dos abogadas, dos trabajadoras sociales y una mediadora acumularon cuatro meses sin percibir sus salarios a causa de las deudas. A esto hay que sumarle los gastos corrientes que tenía la asociación, tales como luz o agua del local de la sede y de los inmuebles de acogida. Los acreedores tienen que personarse en el proceso y los que todavía no lo hayan hecho han de acudir a la Oficina Judicial.
Mediación intercultural a colegios, asesoramiento jurídico, acogimiento en pisos, clases de español para inmigrantes o ayuda sociolaboral son algunas de las tareas que realizaba Alicante Acoge hasta el día de su cese hace ahora una año. Pérez lamenta que se hayan visto abocados a esta «desagradable situación», más aún cuando «somos, si no la única, de las pocas entidades que ofrecemos este tipo de servicios en la ciudad de Alicante».