ESCÁNDALO LABORAL EN GANDÍA
viernes, 12 de junio de 2009
El inmigrante se desangró durante 10 minutos antes de ser trasladado
Melgar dice que tardó una semana en enterarse de que perdió el brazo
S. SAPENA/R. FERRANDO -Diario Información 12-062009Franns Rilles Melgar, el boliviano que el 28 de mayo perdió el brazo en una panificadora del Real de Gandía y que fue abandonado por su jefe a una manzana del hospital, pasó un calvario antes de llegar a manos de los médicos que lo atendieron en el servicio de Urgencias. Según revela el informe con su declaración a la Guardia Civil, realizada días después del accidente, Melgar permaneció con el brazo seccionado cerca de diez minutos en la puerta de la nave donde trabajaba sin que nadie lo llevara al hospital. El documento apunta que fueron "diez minutos de nerviosismo y gritos" en los que perdió mucha sangre y permaneció auxiliado por un compañero de trabajo. El compañero avisó a los jefes de la empresa, que llegaron con una furgoneta de reparto y, al comprobar la gravedad de las lesiones, lo trasladaron al hospital de Gandía.
Sobre si lo dejaron en Urgencias o no las versiones son contradictorias. El trabajador herido asegura que fue abandonado en las inmediaciones del centro hospitalario, mientras que el jefe dice que le acompañó hasta que fue atendido por el personal sanitario.
El sindicato Comisiones Obreras y la familia del trabajador herido presentaron ayer sendas denuncias contra la empresa panificadora y contra sus propietarios. Las acciones legales, a las que se sumará la Fiscalía Siniestralidad Laboral cuando reúna toda la documentación, son por los presuntos delitos de omisión del deber del socorro y contra los derechos de los trabajadores.
El trabajador indicó ayer que se enteró una semana después del accidente de que había perdido el brazo izquierdo. "Cuando ocurrió pensé que iba al hospital andando con el brazo", lamentó.
La panificadora del accidente tenía graves problemas en la instalación eléctrica y ello pudo ser la causa de que la amasadora acabara por cercenar el brazo de Melgar, según dijo ayer el vicepresidente segundo del Consell, Gerardo Camps, quien indicó que el funcionamiento de la empresa "ha sido paralizado".
El Gobierno estudiará regularizar al trabajador herido
La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, dijo ayer en Alicante que el Gobierno estudiará la posibilidad de regularizar al inmigrante que sufrió la amputación de su brazo izquierdo si se solicita su regularización. "La Ley contempla situaciones como ésta, situaciones donde se puede estudiar la posibilidad de la documentación en función de razones humanitarias", indicó. Por su parte, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, calificó al empresario que abandonó al herido de "presunto delincuente" y aseguró que "debe recaer todo el peso de la ley" sobre él. Corbacho afirmó que se ha producido una situación "ilegal", porque el trabajador carecía de contrato y trabajaba doce horas diarias por unos 700 euros al mes, y el empresario supuestamente "no ha prestado atención" suficiente al accidentado. El ministro comentó que en época de crisis muchas personas "aceptan cualquier trabajo y alguien puede tener poco escrúpulo para obtener un beneficio económico" sin respetar derechos de los trabajadores.