. Un miembro de Salvamento Marítimo auxilia a un bebé rescatado en una patera. /EFE

El Defensor del Pueblo sospecha que las mafias obligan a las niñas a ejercer la prostitución

24.11.09 - 00:47 -
Aguantaron más de 400 kilómetros enganchados a los bajos de un camión. Así intentaron dos jóvenes ilegales marroquíes entrar en España a principios de noviembre. Pero su sueño se truncó cuando el conductor, que viajaba de Almería a Valencia, se percató de su presencia al parar a repostar en una gasolinera de Villanueva de Castellón. Ellos son sólo dos de los más de 10.000 menores inmigrantes que la Generalitat Valenciana ha asistido en la última década. La mayoría han llegado solos.
«En los últimos siete años el fenómeno se ha desbordado cuantitativamente tanto en España como en la Comunitat», afirmó ayer la consellera de Bienestar Social, Angélica Such, durante la inauguración de la Jornada sobre la Situación de los Menores Inmigrantes No Acompañados (MENA).
Los extranjeros atendidos en el Sistema de Protección de Menores han ido aumentando año tras año. De los 785 tutelados por la Conselleria en 2001 se ha pasado a 1.749 en 2008. «Antes del año 2000 su presencia era mínima y a partir de 2004 supera el millar», explicó el director de las conferencias, Vicente Cabedo.
Pero este incesante incremento se ha visto frenado por la crisis. Entre enero y julio de 2008, 1.348 menores desamparados recibieron asistencia en Valencia, Alicante y Castellón. En el mismo periodo de este año el número se sitúa en 1.158, según fuentes de Bienestar Social. «A lo largo de 2009 hemos detectado cierta paralización y lo achacamos a la coyuntura económica. El descenso ha sido notable», confirmó Such.
Pese a esta caída, el número de extranjeros auxiliados que no alcanzan la mayoría de edad supera los 10.000. No todos han llegado directamente a tierras valencianas, algunos han sido trasladados desde otras comunidades.
La consellera señaló que la Generalitat colabora con Canarias y «actualmente tenemos autorizados 6 centros de acogida, con un total de 42 plazas, donde residen menores derivados por el Gobierno canario».
Los jóvenes inmigrantes aterrizan en la Comunitat desubicados. Recorren cientos de kilómetros con la incertidumbre de lo que les espera al otro lado de la frontera. Y lo hacen solos. Por eso, la Conselleria cuenta con 13 centros específicos «donde se les ofrece unas atenciones y tratamiento singularizado por razones de idioma, edad, cultura y costumbres». Sin embargo, las 141 plazas exclusivas para ellos no son suficientes por lo que ocupan el 35% de la capacidad del resto de centros residenciales de menores.
Un hecho que inquieta al Defensor del Pueblo es la inexistencia de niñas inmigrantes no acompañadas en estos lugares. «Nos llama la atención que no hayan cifras sobre ellas lo que nos hace pensar que las que llegan no pasan por los sistemas de protección sino que son explotadas sexualmente por parte de mafias», alertó la adjunta del Defensor, María Luisa Cava.
Por ello, pidió que toda la sociedad «esté atenta» y anunció que estudiará la sospecha de que las pequeñas sean prostituidas. «Nos preocupa mucho esta situación que se da tanto en la Comunitat como en el resto de España», aseguró.
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