TAMARA GIL - Alicante - 08/08/2008

La necesidad de planes de integración de los inmigrantes, en este caso jóvenes, que residen en la zona norte de Alicante ha sido atendida por la asociación juvenil Mon Jove. La entidad presentó ayer los dos proyectos que llevarán a cabo, Nuevos Mundos y Futur Jove, orientados a la integración de los jóvenes latinoamericanos con los vecinos de los barrios del norte y al desarrollo de oportunidades para aquellos en riesgo social, respectivamente.Tal y como explicó el coordinador del proyecto, Wilson Rodríguez, la iniciativa de Nuevos Mundos generará espacios de encuentro donde los jóvenes inmigrantes podrán compartir su cultura con la población de acogida. Estas actividades se realizarán desde septiembre hasta finales de diciembre, en parques, institutos, centros sociales o plazas. Por otro lado, Futur Jove, diseñará jornadas de sensibilización para ayudar con el proceso de inclusión social, tras un sondeo de identificación de los grupos en situación de riesgo social, entre agosto y septiembre.
 


La inmigración sigue siendo necesaria para España.

"En los próximos años España necesitará trabajadores inmigrantes para la realización de trabajos cualificados", según declaraba hace unos días la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, en la presentación del libro "Inmigración y Mercado de Trabajo. Informe 2008" realizado por el presidente de la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado, Miguel Pajares. La contratación en origen será algo "complementario", ha explicado la secretaria, donde se buscarán "perfiles diferentes" que se adecúen a las necesidades del mercado español. "La inmigración sigue siendo absolutamente necesaria", recalcó Miguel Pajares.
Datos sobre inmigración en España
El autor del Informe destacó algunos datos de interés: "después del primer trimestre de este año con crecimiento de empleo entre los inmigrantes, la situación en el segundo ha sido prácticamente de estancamiento. Aún así no hubo destrucción de empleo". Pajares mencionó también el aumento en los últimos años del número de trabajadores extranjeros por cuenta propia, sobre todo entre búlgaros y rumanos. Este fenómeno se debe a la moratoria europea de dos años, impuesta a los ciudadanos procedentes de estos países, sobre el derecho de libre circulación de trabajadores, que sólo se aplica a los que son asalariados. Muchos búlgaros y rumanos en situación irregular han normalizado su situación como trabajadores autónomos. Los rumanos afiliados a la Seguridad Social por cuenta propia, crecieron el año pasado del 9,7% al 22,7%, porcentaje sólo superado por los chinos.Para la secretaria de Estado Rumí, existe una "ley de hierro" que relaciona inmigración y oferta de trabajo. La secretaria espera que en los próximos trimestre del año el flujo de entrada disminuya sucesivamente, a la vez que se va produciendo una caída en las ofertas de puestos de trabajo.
Fuente: Cinco Días/ EFE/ Metro
 

¿remedio o enfermedad?

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Tras su victoria en las elecciones de 2004, el PSOE planteó la necesidad de alcanzar un pacto de
Estado en materia de inmigración, pero en la legislatura de la crispación fue una misión imposible.
Ahora soplan vientos de consenso que apuntan a que, esta vez sí, será posible fijar una política
estatal consensuada. Sin embargo, inmigrantes, expertos y sindicatos de la provincia ven con
escepticismo el futuro acuerdo y apuntan los vacíos que, a su juicio, la legislación debe completar.
 

Las poblaciones del Mediterráneo son, según un estudio de La Caixa, donde más aumentó el número de habitantes en los últimos cinco años
EFE
- Madrid - 04/08/2008
La mitad de las capitales de provincia y municipios españoles de más de 50.000 habitantes que han experimentado un mayor crecimiento poblacional en los últimos cinco años están situados en la costa mediterránea. En ellos ha aumentado el número de habitantes debido, sobre todo, a la llegada de extranjeros.

Así se constata en el Anuario Económico de España 2008, publicado por La Caixa, que analiza la evolución de la población española entre los años 2002 y 2007 en estas ciudades. Según las conclusiones de este informe, 19 de los 32 municipios que mayor tasa de variación de su población registraron en este periodo pertenecen al litoral del Mediterráneo. Sólo cuatro están ubicados en la costa atlántica y el resto son del interior de la península.

La malagueña Benalmádena (45,3 % más de habitantes), Roquetas de Mar (39,9 %) y El Ejido (36,9 %), ambas en Almería, es donde más se ha notado este crecimineto. Torrevieja, Mijas, Orihuela, Estepona, Torremolinos, Gandía o Fuengirola son otros de los municipios mediterráneos que más han crecido en este tiempo. Aunque, con más de 50.000 habitantes, sólo tres capitales de provincia han experimentado variaciones importantes de población: Girona (19% más), Tarragona (14,5 %) y Cuenca (13,1 %).

La población inmigrante

En la mayor parte de estos casos ha sido determinante la población inmigrante, ya que, de los 32 municipios que más han subido en número de habitantes, en 17 de ellos la aportación de otros países es superior a la llegada de nacionales. Así ocurre, por ejemplo, en El Ejido ,donde los extranjeros que se han asentado son seis veces más que los españoles, y Orihuela, donde han llegado catorce veces más inmigrantes que nacionales, además de en lugares como Gandía, Fuengirola, Paterna, Girona, Tarragona o Reus.

Pese a que esa es la radiografía media del municipio español que más ha aumentado su población, las que presentaron un mayor indicador han sido, sin embargo, dos localidades del ensanche de Madrid, comunidad en la que se encuentran otros cuatro pueblos con un alto crecimiento de habitantes. Se trata de Rivas-Vaciamadrid, que creció un 66,6 % en este quinquenio, y Valdemoro, que se incrementó un 55,7 %. En estos dos municipios han acudido a vivir muchos más españoles que extranjeros. También ha ocurrido lo mismo en el municipio madrileño de Las Rozas

Entre 2002 y 2007 han llegado a España 2,5 millones de extranjeros, que se han ido a vivir fundamentalmente a comunidades como Murcia, la Comunidad Valenciana, Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña y Madrid.

 

La primera Marcha Cívica Participativa, organizada por Danae, tuvo lugar el pasado sábado 2 de agosto de 2008 en el Barrio de Colonia Requena, y desde Artegalia Radio hizo la grabación de un programa especial, que lo podeis escuchar a traves en su portal, y también podeis ver el video quese grabó del desfile: www.artegalia.com y que aqui enlazamos.

El de las Marchas es un proyecto orientado a la promoción de valores tan importantes como el respeto, la tolerancia, el derecho a la diferencia y la igualdad. Es un proyecto dirigido, fundamentalmente, hacia los jóvenes, y pretende prevenir riesgos como la exclusión social, la marginalidad, el racismo y el analfabetismo a través de la captación de jóvenes en las calles de la Zona Norte para reforzar su bienestar social, orientándolos hacia la convivencia pacífica, el diálogo entre culturas, el apoyo escolar y emocional para conseguir su integración total en la vida asociativa de la ciudad de Alicante.

En la primera Marcha Cívica Participativa participaron, además de los alumnos de la Escuela de Música Intercultural de Alicante, todas aquellas personas, asociaciones o entidades vecinales, además de cualquier ciudadano de Alicante que quiso sumarse a esta comitiva solidaria. Con un mensaje de paz, de integración, de convivencia y de multiculturalidad, la Marcha discurrió dentro de un ambiente festivo y de participación social.

Al terminar el recorrido, los niños de la Escuela leyeron un manifiesto solidario de promoción de los derechos humanos y de reivindicación del papel de los jóvenes de la Zona Norte. Posteriormente, hubo una velada festiva e intercultural con música, teatro, animación, gastronomía, etc.

 

XAVIER RIUS 02/08/2008
Parece que en esta ocasión es firme la voluntad del PSOE y el Gobierno de promover el derecho al voto en las elecciones municipales, en base a acuerdos de reciprocidad, para aquellos extranjeros que tengan residencia permanente en España. Una propuesta que el PSOE y el PP ya aceptaron en febrero y mayo de 2006, pero que después renunciaron a aplicar.

La reciprocidad al sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales -votar y ser candidatos- está establecida en el artículo 13.2 de la Constitución, que permite regular el derecho al voto en estos comicios -en ningún caso para las generales y autonómicas- en base a convenios o tratados que permitan votar a los nacionales de países que concedan también el derecho al voto a los españoles allí residentes. Y es importante recordar que este artículo de la Constitución, que en el redactado de 1978 sólo reconocía el derecho al sufragio activo, es decir, votar, fue modificado en 1992 para adaptarlo a nuestros tratados con la Unión Europea, que establecen no sólo el derecho a votar en las municipales de los ciudadanos comunitarios residentes en otro país de la UE, sino también el sufragio pasivo, es decir, ser candidato.

Pese a que inicialmente se creía que para hacer esta modificación constitucional era preciso aprobarla por referéndum, el Gobierno consiguió los informes jurídicos necesarios para modificar dicho artículo mediante una simple ley.

Desde hace años, España tiene firmados acuerdos de reciprocidad con Argentina, Chile, Uruguay, Colombia y Noruega, si bien únicamente ha sido ratificado este último, por lo que en las pasadas municipales sólo pudieron votar y ser candidatos los miembros de los 26 restantes países comunitarios y los residentes noruegos. Ecuador, con quien todavía no se ha firmado convenio y cuya constitución vigente prohíbe el voto a los extranjeros, incluye en el proyecto de reforma constitucional, que ahora se debate, la extensión del derecho al voto a los residentes extranjeros, pero en cambio descarta el derecho a ser candidato. En otros países como Marruecos o Pakistán resulta impensable permitir votar a un extranjero.

Así, la reciprocidad genera una serie de contradicciones y agravios. Los ciudadanos de unos países -como es el caso de los comunitarios- podrán votar y a la vez ser candidatos; es decir, aspirar a ser concejales o alcaldes. En cambio, los de algunos otros países con quienes se firmen tratados podrán votar, pero en ningún caso estar en las listas. En cuanto a los de países cuyas leyes limitan el voto a los nacionales y los de países no democráticos, en ningún caso podrán votar.Para evitar las limitaciones de la reciprocidad, el 10 de julio de 2006 los diputados Diego López Garrido, en nombre del PSOE, y Joan Herrera, de Iniciativa per Catalunya-Izquierda Unida, presentaron en el registro del Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que, tras instar al Gobierno a negociar con los países con mayor número de inmigrantes convenios de reciprocidad, proponía que se solicitara al Consejo de Estado un informe interpretativo sobre el artículo 13.2 de la Constitución que pudiera abrir la puerta al derecho al voto a los originarios de países cuyas leyes no van a permitir a un extranjero, o incluso a un nacional, como es el caso de las dictaduras, votar. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que la Constitución, que en la mayoría de los derechos que reconoce utiliza bien el sustantivo "los españoles", bien el sustantivo "toda persona", en el artículo 23, relativo al derecho a participar en los asuntos públicos utiliza el término "los ciudadanos". Pero por los motivos que fueran, nada más registrarse en el Congreso esta proposición, el Gobierno y el mismo PSOE decidieron aparcar indefinidamente su tramitación.

Pese a las buenas intenciones de las declaraciones con las que el PSOE anunció hace unas semanas, en su congreso federal, el deseo de extender el derecho de voto en las municipales a los inmigrantes con residencia permanente, parece que en el mejor de los casos sólo podrán ejercer este derecho los inmigrantes originarios de algunos países latinoamericanos. Sin embargo, con la legislación de nacionalidad en la mano, puede darse la paradoja de que sea más fácil y rápido para éstos obtener la nacionalidad española con todos los derechos -sin perder la propia de origen- que beneficiarse de esta concesión del derecho de voto para las municipales. El artículo 22 del Código Civil establece que la nacionalidad española puede solicitarla aquel extranjero que lleve 10 años de residencia legal en España. No obstante, rebaja este periodo a sólo dos años para los iberoamericanos, filipinos y ecuatoguineanos. Es decir, un latinoamericano con dos años de residencia legal -cuando todavía no tiene la residencia permanente- puede solicitar ya la nacionalidad española. Trámite que antes tardaba 12 o 15 meses pero ahora, cuando más de 100.000 extranjeros lo solicitan anualmente, se demora dos o tres años, a no ser, claro, que se trate de futbolistas brasileños que consiguen jurar la Constitución al año.

¿Qué quiero decir con todo esto? Pues que la propuesta de firmar acuerdos de reciprocidad, que mayoritariamente sólo se harán con Latinoamérica, servirá de poco si se exige para votar cuatro o seis años de residencia en España, pues en dicho periodo el latinoamericano, si lo desea, ya habrá alcanzado la ciudadanía plena tras la jura o promesa de acatamiento de la Constitución. En cambio, esta propuesta del derecho al voto en base a la reciprocidad margina a los inmigrantes africanos o asiáticos, los cuales, además, lo tienen mucho más difícil para acceder a la nacionalidad, no sólo porque se les exige 10 años de residencia legal en España, sino porque esta residencia legal debe ser continuada, y, lamentablemente, la mayoría de ellos, tras la obtención o renovación del permiso inicial, a causa de los laberintos burocráticos, han padecido periodos de irregularidad sobrevenida que les pone a cero el contador para la nacionalidad.

Xavier Rius Sant es periodista y autor de El libro de la inmigración en España.

 

Los flujos migratorios responden a la globalización laboral

ANÁLISIS: textos y documentos-

JESÚS MOTA 03/08/2008

Los movimientos migratorios no siempre se han visto como un problema económico o social, pero casi siempre han tropezado con la hostilidad de una parte de la población nativa, sea por racismo, sea porque se percibe a los inmigrantes como una amenaza laboral. Sería una ingenuidad -socrática, desde luego- suponer que esa hostilidad se debe fundamentalmente a la ignorancia de las causas y consecuencias del fenómeno. Pero también hay que contar con esa ignorancia. El desconocimiento suele estar teñido de una visceralidad tal que elimina de entrada cualquier posibilidad de entendimiento entre interlocutores políticos o incluso la capacidad para entender el fenómeno en toda su amplitud.

Guillermo de la Dehesa, ex secretario general de Comercio, ex secretario de Estado de Economía (al menos), se propone remediar ese desconocimiento. El plan para conseguirlo es metódico, aséptico y, hasta cierto punto, abrumador, puesto que pretende agotar todos los enfoques de la cuestión, incluso a costa de algunas repeticiones de ideas o conceptos que deberían haber sido editadas. El enfoque -ya se sabe que toda descripción socioeconómica necesita uno- consiste en entender la inmigración como un aspecto más de la globalización del trabajo. El enfoque es correcto, puesto que la globalización laboral se manifiesta indirectamente a través de los flujos de comercio o a través de las inversiones de capital. La versión más directa de esa globalización del trabajo es el flujo migratorio.

Después, el discurso planea sobre las grandes emigraciones históricas, incluida una comparación entre la oleada de 1850-1913, que movilizó al 8,5% de la población mundial, y la actual, que "tan sólo" ha movido hasta ahora el 3,5% de dicha población. Detrás de estas enormes corrientes migratorias laten causas distintas, que De la Dehesa detalla con cierta fruición. En el primer caso, los movimientos tenían por objeto ocupar ofertas inconmensurables de tierra vacía -modelo conquista del Oeste, pero aplicado también en África, Asia y Oceanía-, necesitada de cultivo. Hoy, la inmigración se mueve por la oferta laboral decreciente en los países de la OCDE, causada por el envejecimiento de la población y la baja tasa de fecundidad y, como es obvio, por las diferencias de renta entre países de emigración y de inmigración.

Pero hay otra causa que explica la facilidad con que se conciben los desplazamientos de inmigrantes: los precios relativamente bajos del transporte. Aunque las imágenes, con frecuencia trágicas, de pateras cruzando el Estrecho favorecen la sensación de traslados difíciles y peligrosos, conviene recordar que la abrumadora mayoría de inmigrantes utiliza medios de transporte convencionales. Sobre todo, el avión.

Tiene especial interés el capítulo sobre las remesas que envían los emigrantes a sus familias. Con demasiada frecuencia, la literatura sobre emigración se limita a describir o cuantificar los efectos de la llegada de extranjeros a las comunidades de prosperidad relativa más alta, pero se olvida el provecho directo que produce en el origen. La motivación de las remesas no está bien definida en el análisis sociológico o, mejor, antropológico, pero de los análisis que De la Dehesa transmite con puntillosidad de erudito de los papers parece que no se deben tanto al altruismo, que también, como a contratos intrafamiliares para compensar los gastos del viaje, considerados casi como una inversión.

Con la información y las explicaciones que facilita el autor, apenas se entiende que los países desarrollados, es decir, aquellos que ejercen un supuesto efecto llamada -otro cliché para justificar cualquier tropelía apenas encubiertamente racista- sobre los desempleados africanos, asiáticos o de Europa del Este, carecen no ya de políticas eficaces para encauzar e integrar la inmigración sino de una mínima coordinación para impedir que problemas asumibles se conviertan en un caos. Véase un ejemplo: después de los discursos nebulosos de Schengen, de las promesas de intercambio de información entre estados y de cientos de declaraciones altisonantes sobre el mercado laboral, resulta que a nadie se le ocurrió algo tan simple como que un inmigrante que llega a un país europeo puede circular libremente desde allí a todo el resto de Europa.

 

Migraciones y progreso


Según el informe Migraciones Internacionales y Desarrollo, del Secretariado General de Naciones Unidas, mayo de 2006, la expansión de los procesos migratorios en los últimos 30 años ha sido extraordinariamente importante. El número de migrantes, que en 1965 era de 75 millones, pasa a 155 millones en 1990 y a 195 en 2005, lo que representa un aumento anual superior al 2,60%, mientras que el de la población mundial total apenas llegaba al 1,7% al año. El sectarismo de los Estados, la interesada demagogia de los políticos y la ignorancia general sobre este tema exigen una clarificación de sus supuestos básicos, comenzando por deshacer la confusión que reduce las migraciones a las solas emigraciones.

No se ha logrado que exista el derecho total de migrar, pues, aunque el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos reconozca el derecho de emigrar, ha sido imposible introducir en ningún marco legislativo el derecho complementario de inmigrar. Cierto que el derecho de asilo y el derecho de reagrupación familiar han sido brechas posibles, pero que han dado poco de sí, por lo que ahora se están explorando las posibilidades que ofrece el derecho a la "migración de instalación" en el marco de las integraciones regionales, como es el caso de la Unión Europea y sobre todo de la Comunidad Económica de los Estados de África Oriental (CEDEAO).

El principio de la seguridad y en general de los intereses estatales, que es el que rige absolutamente el flujo migratorio actual, ha aumentado las dificultades de las políticas de emigración a escala planetaria y ha agravado la vulnerabilidad de los migrantes, cuya precariedad se alimenta de la inestabilidad de la política migratoria de los Estados, de la brutal conveniencia de las grandes empresas y de sus importaciones masivas de mano de obra laboral, casi siempre socialmente contestable, sin olvidar la inaceptable situación de los empleados del hogar, que, en particular, en numerosos países asiáticos y del Golfo es de una abusiva, insoportable, dependencia de sus patronos, sobre todo para las mujeres.

Todo lo cual coincide con un fuerte desarrollo de los factores de movilidad y, en consecuencia, con el aumento de las migraciones. En primer lugar, la mundialización, que es un extraordinario dinamizador global, pero también los medios de comunicación, en especial, la televisión, que nos presentan una sociedad alternativa de la abundancia y el consumo, con altos salarios y libertades para todos, lo que conlleva un notable efecto de atracción. También la urbanización de las grandes metrópolis de los países en desarrollo que promueven el espíritu de cambio y de mejora de sus elementos más dinámicos, lo que les empuja a emigrar. Así como el abaratamiento del transporte y la multiplicación de las redes transnacionales que han hecho del viaje y de la movilidad casi un modo de vida cuya expresión más lograda es la migración pendular entre los países de la Europa Occidental, los antiguos países europeos comunistas y en el ámbito de los países árabes.

Hay que mencionar también la casi plena libertad de circulación de los grandes espacios integrados, como la Unión Europea, y la existencia de solidaridades transnacionales de condición familiar, económica, cultural, religiosa, asociativa, que producen consecuencias de atracción, "de llamada". Finalmente, la práctica del asilo, que había tenido un crecimiento considerable en los años noventa, se ha estabilizado, siendo sustituida por el fenómeno de las personas desplazadas, de destino mayoritariamente dramático, por la pobreza extrema de los países de acogida.

En la bibliografía sobre el tema migratorio ha habido un enconado debate sobre sus ventajas y desventajas, tanto en el análisis por países como en una consideración global, cuya dominante fue negativa hasta finales del siglo pasado, en que se invirtió la tendencia. Ello se debió a la modificación de la orientación actual de la demografía y de las consecuentes dinámicas migratorias. En efecto, según el informe de 2007 del Sistema de Observación Permanente de las Migraciones (Sopemi) de la OCDE, el mayor incremento de la inmigración legal a partir de 2005 se ha experimentado en EE UU, España, Reino Unido, Italia y Nueva Zelanda, contextos en los que, a pesar de ello, comienza a plantearse el grave problema de la penuria de inmigrantes, no sólo para los empleos altamente cualificados, sino para aquéllos de nivel tecnológico menor, pero fundamentales en el sector servicios. Por lo demás, según este informe, a partir de 2030, el factor más seguro de progreso será el aumento de la población productiva y, por tanto, la inmigración.

En cuanto a los países de origen, es ya opinión unánime que la emigración se ha convertido en un factor capital para su desarrollo. De acuerdo con los datos del Banco Mundial, entre 1995 y 2006, el volumen de estos fondos ha pasado de 102 millardos de dólares a 232 millardos, y, centrándonos en Europa, los fondos remitidos por los trabajadores extranjeros hacia los países de que eran originarios han superado los 14.000 millones de euros.

La actual reputación mayoritariamente positiva entre los técnicos y los expertos del fenómeno migratorio no ha calado, sin embargo, en la opinión pública general con las consecuencias que ello tiene en los resultados electorales. La posición restrictiva del presidente del Gobierno español fue consecuencia de los resultados de los sondeos practicados sobre el tema migratorio. Tal vez por ello, desde una opción de progreso, haya que configurar la migración como un bien público mundial. Y, en ese sentido, insistir en su función como agente decisivo en la mundialización del saber, por obra de la diáspora científica procedente de los países del Sur y de las redes de contactos y proyectos que induce, determinantes para la transferencia de conocimientos; así como en su insustituible condición de estabilizador global del espacio mundial.

Recordemos que la División de la Población de Naciones Unidas evalúa en 1,6 millones los inmigrantes necesarios para que la UE mantenga su nivel actual de bienestar y que Japón tendrá que incorporar antes de 2050 una población extranjera de cerca del 30% de su población actual.

Es necesario, por lo demás, dotar al proceso migratorio de un marco jurídico común flexible y eficaz que debe ser interinstitucional y multifactores. Lo que es muy difícil, como prueba que no se haya logrado siquiera formular una carta común de derechos y obligaciones de los migrantes con efectividad real, pues el convenio internacional para la protección de los trabajadores migrantes y de sus familias, adoptado en 1990 por la Asamblea General de Naciones Unidas y ratificado, después de un laboriosísimo proceso de casi 20 años, por sólo 37 Estados, apenas funciona. Ni siquiera el Foro Mundial para la Emigración y el Desarrollo de la ONU, ambiciosa creación del entonces secretario general, Kofi Annan, animado por el esforzado Peter Sutherland, ha llegado a convertirse en el instrumento de promoción normativa y de coordinación ejecutiva que se necesita.

Calificar de progresista, como se ha hecho, la aprobación de la última directiva europea que regula, de manera injusta, la expulsión de inmigrantes y la deportación de menores es una nueva provocación del derechismo dominante. En cualquier caso, las razones para rechazarla han sido presentadas con fundamento y consistencia en la columna de Soledad Gallego-Díaz del 20 de junio en este diario y a ellas me remito. Pero no sin apostillar que en esta sociedad de penosa dominación mediática, nada hay más movilizador, a favor o en contra, que su carga simbólica. Y que en este caso, el aura negativa de la directiva lamentablemente aprobada es abrumadora. Con lo que el problema sigue en pie y la responsabilidad en este tema de quienes nos hemos apuntado al progreso no ha variado. Seguimos comprometidos en la promulgación de una carta común de referencia sobre las migraciones que, aunque no logremos que sea obligatoria, tenga al menos una fuerte capacidad indicativa y funcione como código inspirador del organismo mundial que hay que habilitar con urgencia. En él, los Estados estarán acompañados por las organizaciones regionales y las colectividades locales, así como por las empresas, los sindicatos y las ONG nacionales y transnacionales, con el fin de asociar poderes políticos y sociedad civil, única garantía de legitimidad y de eficacia.

 

Marroquíes y rumanos son los más afectados por el incremento del paro

TOMÁS BÁRBULO - Madrid - 01/08/2008

El Ministerio de Trabajo e Inmigración revisará en septiembre los mecanismos que regulan la contratación de los inmigrantes que se hallan en España, con el fin de hacer frente a la crisis económica. La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, anunció ayer que la revisión se centrará en el Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura, una relación provincial de empleos para los que no es posible encontrar trabajadores.

Esa lista, que es renovada cada tres meses, desbloqueó durante la pasada legislatura la contratación de extranjeros. Ahora, Rumí intenta potenciar en ella factores como la movilidad y la recolocación de los parados. No obstante, la secretaria de Estado recalcó que España seguirá necesitando inmigrantes, aunque en menor medida y para trabajos "cada vez más cualificados".

Rumí hizo estos anuncios durante la presentación del informe anual sobre Inmigración y Mercado de Trabajo, que ha sido dirigido por el antropólogo Miguel Pajares. El trabajo analiza numerosas estadísticas para interpretar la incidencia del comienzo de la crisis económica entre los extranjeros. Entre sus conclusiones figuran las siguientes:

- Crece la ocupación. El año pasado acabó con 2.887.000 extranjeros ocupados, lo que supuso un incremento de 285.000 respecto a 2006. Ese aumento fue inferior a los de años anteriores, que rondaban los 400.000 ocupados. En cambio, el incremento de afiliados a la Seguridad Social entre enero y marzo de este año (casi 70.000 personas) fue muy parecido al del mismo periodo de 2007. Todo ello indica que la ocupación de extranjeros sigue creciendo, aunque menos.

- Los más perjudicados. Marroquíes y rumanos son los colectivos de inmigrantes entre los que el incremento del paro fue mayor en el último trimestre del año pasado. Los ecuatorianos, los argentinos y los bolivianos, en cambio, no han acumulado nuevos desempleados, y los colombianos, muy pocos.

- El ardid de los rumanos. El número de trabajadores por cuenta propia varía radicalmente según su nacionalidad. Desde siempre, los chinos han tenido el porcentaje más alto (este año es del 33,8%) y los rumanos y los búlgaros, uno de los más moderados (el 9,7% en 2006). Sin embargo, en 2007 los autónomos rumanos pasaron de 5.044 a 45.222. La razón de este cambio hay que buscarla en su incorporación a la UE, el 1 de enero del año pasado, y en la moratoria de trabajo que impuso sobre ellos el Gobierno español. Es decir, como ciudadanos comunitarios, búlgaros y rumanos pueden instalarse desde esa fecha libremente en España, pero si quieren trabajar por cuenta ajena deben cumplir los mismos requisitos que cualquier extracomunitario. Ellos han salvado el escollo legal dándose de alta como autónomos.

 


EUROPA PRESS. 28.07.2008
Más del 40% de los agresores son extranjeros.
Muchos intentan quitarse la vida después de cometer el crimen.

Un total de 91 mujeres extranjeras han muerto en España a manos de sus parejas o ex parejas en los últimos cuatro años, después de que esta madrugada falleciera una mujer de origen rumano en Logroño, presuntamente a manos de su marido, un hombre de 52 años que se suicidó. Sumando este caso, el total de víctimas mortales inmigrantes en 2008 asciende a 12 y el grueso de fallecidas, a 32.
Por provincias, la región que ha registrado en este periodo más asesinatos de mujeres extranjeras a manos de sus parejas o ex parejas fue Madrid, con un total de 13 casos. Le siguen Alicante, con ocho muertes, Baleares y Barcelona, con siete feminicidios cada una.

Según datos facilitados por el Gobierno a pregunta parlamentaria del PP, la cifra de inmigrantes víctimas mortales de violencia machista va en aumento desde 2004, cuando se registraron 15 casos. Un año después, fueron 16 las mujeres asesinadas, mientras que murieron veinte por esta causa en 2006 y ocho más en 2007.
Las cifras recopiladas por el Ministerio de Igualdad añaden que, en lo que va de 2008, son 32 las mujeres asesinadas, un dato que podría alcanzar las 38 si se confirman otros seis casos que están siendo investigados.
Respecto del total de víctimas mortales, las ciudadanas extranjeras representaron en este primer semestre de 2008 el 37 por ciento. Al término de 2007, el número de inmigrantes fallecidas supuso cerca del 40 por ciento de las asesinadas, según los datos que maneja el ministerio.
Muchas víctimas extranjeras
De este modo, la tasa de víctimas mortales por cada millón de mujeres inmigrantes se situó en el 13,18 por ciento el año pasado frente al 2,05 por ciento en el caso de las españolas. En lo que va de 2008, esta tasa se sitúa en el 5,18 por ciento para las extranjeras y en el 0,96 por ciento para las nacionales.
Por otra parte, datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género revelan que más del cuarenta por ciento de los agresores son extranjeros y buena parte de ellos intenta con o sin éxito quitarse la vida después de cometer el crimen.
Así, tras el suceso de Logroño, ya son cinco los agresores que este año se suicidaron después de matar a sus parejas o ex parejas sentimentales, mientras que siete fracasaron en el intento, según los datos de la Delegación del Gobierno.
 

Varias personas contemplan una de las tres pateras localizadas en la cala Redonda de Torrevieja.


Los seis inmigrantes detenidos tras la llegada de tres pateras a Torrevieja esperan su repatriación. La Guardia Civil sigue buscando al resto de tripulantes

01.08.08 - A. V. ALICANTE

Sin poder volver a casa después de ser detenidos. La repatriación de los seis inmigrantes arrestados en Torrevieja tras la llegada de tres pateras a la cala Redonda continúan en comisaría a la espera de que se confirme su nacionalidad para poder ser devueltos a su país de origen, según informaron ayer fuentes de la Subdelegación del Gobierno. A pesar de que los seis hombres declararon el miércoles ser argelinos, el consulado de este país, junto al Gobierno español, deben comprobar si estas son sus verdaderas nacionalidades.El proceso llevado a cabo por el consulado es costoso. Los papeles y la forma de comprobar la verdadera identidad de los jóvenes hace que la repatriación a su país de origen se esté alargando, aunque es algo normal en el proceso, según añadieron las mismas fuentes oficiales.Los inmigrantes tras afirmar ser de esta nacionalidad, pasaron a disposición judicial y siguen en comisaría a la espera de un futuro de vuelta a casa. Sin embargo, el hecho de que carecieran de papeles, hace necesario verificar su nacionalidad para poder devolverlos a su origen. Las mismas fuentes de Subdelegación confirmaron que entre los seis arrestados no se encontraba ningún menor de edad.Localizar al resto Por su parte, la Guardia Civil sigue con las investigaciones para poder localizar al resto de los tripulantes de las pateras que se hallaron vacías y con aparejos de pesca, además de restos de comida y combustible. Las primeras hipótesis que se barajaron el martes, tras la llegada a la costa alicantina, es que alrededor de veinte personas pudieran ocupar las tres embarcaciones encontradas en la cala de Torrevieja.El delegado del Gobierno en la Comunitat, Ricardo Peralta, señaló que estas seis detenciones hacen pensar que los ocupantes de esas pateras son de esta nacionalidad, ya que Argelia es una frontera "cercana" a aguas alicantinas.La llegada de estas embarcaciones es la tercera en diez meses a la costa de Alicante. Como ya ocurrió en septiembre de 2007, tras la primera patera que llegó a la provincia, la policía y el Gobierno han descartado que fueran lanzadas desde un barco nodriza hacia las playas. Estas barcas formaban parte de una oleada de pateras que se adentró a medianoche en aguas de la costa murciana por el buen estado del mar. Hasta 37 ciudadanos argelinos fueron detenidos en la franja marítima de Cartagena, La Unión o la bahía de Portmán.
 

Uno de los grupos de niños del campamento urbano de Virgen del Remedio, en el colegio Lo Morant.
Las vacaciones en Virgen del Remedio integran en un mismo espacio a 214 jóvenes con diferentes raíces culturales
01.08.08 - ENEAS G. FERRI ALICANTE


Los cánticos de un grupo de niños reciben a los curiosos. Es la esencia de un buen campamento. La cuarta edición del Campamento Urbano de la Virgen del Remedio cerrará sus puertas este sábado. Un total de 24 monitores con 3 coordinadores, 4 jóvenes de apoyo y 10 voluntarios son los encargados de los 214 jóvenes que participan en esta actividad veraniega. Dentro del grupo de jóvenes, de entre 5 y 15 años, se han integrado otros nueve niños con discapacidad del colegio de educación especial Lo Morant, que es quien cede sus instalaciones.La tónica de este grupo es la multiculturalidad, donde se mezclan niños de origen árabe, latinoamericano y del este, junto a los jóvenes alicantinos. Entre sus actividades diarias, las excursiones: ya conocen el Postiguet, los Salesianos de El Campello y las piscinas municipales. Todas estas jornadas se han elaborado con un hilo conductor, las raíces culturales. Una semana dedicada a Grecia, otra a Al-Andalus, y la última, a Alicante. El taller -que tenía el doble fin de ocupar el tiempo veraniego de los niños del barrio, y crear integración social y laboral para jóvenes monitores-, ha conseguido además, ser un campamento multicolor, con diversidad cultural en las actividades y los participantes.
 


El pasado 4 de febrero en los locales de Fundar-Alicante (c/ Serrano 5) se presentó el documento: "La integración en la ciudad de Alicante con relación al fenómeno migratorio"

En este trabajo han participado un importante grupo de personas vinculadas a distintas entidades de la ciudad.

Aculco-Alicante (Iván Santos y Marina Blaya)
Aenci (Marcela Sanabria)
Americamanta (Carmen Sarango)
Asociación Humanitaria Americana (Luis Carlos Acero)
Asti-Alicante (Nicandro Pérez y Fidel Romero)
Cáritas Diocesana (Mariela Flores)
Casa Chile Alicante (Carlos García e Iris Carvajal)
Mesa Interreligiosa de Alicante (Corinna Sussebach)

El objetivo de este grupo ha sido desde el principio compartir conocimientos, experiencias, valoraciones, inquietudes y propuestas de actuación en vistas a favorecer los procesos de integración y cohesión social con la población inmigrante en la ciudad de Alicante.

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