Mujer, inmigrante y trabajadora del hogar, triple discriminación
jueves, 4 de noviembre de 2010
Ser mujer, inmigrante y trabajadora del hogar es sinónimo de una triple discriminación a la que se enfrentan la mayor parte de mujeres que deciden venir a España en busca de empleo. Además, la falta de previsión de las políticas de inmigración contribuye a que la mayoría estén en situación irregular y ello las condiciona a la hora de exigir derechos y condiciones dignas de trabajo y salario, según un estudio.
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El informe 'Mujeres migrantes andinas: contexto, políticas y gestión migratoria' de Intermón Oxfam, que forma parte del programa 'Abriendo Mundos', se ha elaborado en base a testimonios como el de Julia, una trabajadora del hogar peruana que lo tiene claro: 'La persona que no se va legalmente no puede exigir sus derechos por temor a que la saquen del país y se expone a la explotación. Sólo tiene derecho a esconderse'.
Según Mónica Coronas, coordinadora global de 'Abriendo Mundos' la situación de estas mujeres ilustra todo lo que está mal en el régimen migratorio de los países europeos. La rigidez del sistema español de inmigración, por ejemplo, impide a las mujeres llegar de forma regular, pese a que el trabajo que muchas desempeñan es la piedra angular de todo el sistema socioeconómico actual, y las atrapa en la precariedad una vez que están aquí.
Durante la última década hemos vivido un proceso de 'feminización' de la inmigración. En España, los datos indican que la cifra de inmigración boliviana es en un 56% femenina, la colombiana alcanzaba el 55% del total, la ecuatoriana representaba el 51% y la peruana el 52%. Las mujeres no sólo son la mayoría de las migrantes, sino que son quienes envían mayores y más constantes volúmenes de dinero a sus familiares en los países de origen, lo que implica que el impacto de las remesas de las mujeres en la economía de los países de origen es mayor que el de los hombres.
Un reciente estudio evidencia que las mujeres no sólo realizan el 60% de las transferencias, sino además, que destinan aproximadamente el 40% de su salario, mientras que los varones sólo envían cifras cercanas al 14% de su sueldo. En general el 73,3% del número total de envíos a Bolivia son hechos por mujeres. El impacto de las remesas de las mujeres bolivianas es trascendental para la economía del país, ya que representan alrededor del 5,95% del PIB nacional.
En Colombia las mujeres son responsables del 67,8% de los envíos representando el 64,7% del total de las divisas ingresadas al país desde España. Por lo que respecta a Ecuador, a pesar de que el importe medio de los envíos es superior en los hombres (470 euros) que el de las mujeres (412 euros), el número de envíos que ellas realizan supone el 64,2% del total de remesas enviadas por la comunidad ecuatoriana es España. En el caso de Perú, los envíos de mujeres representan el 50,5% del total.
'Este régimen inmoral e insensato no sólo es un pasaporte a la explotación de miles de mujeres, sino el mejor modo de echar por el sumidero los importantes beneficios que aportan a las familias españolas y a sus propios países de origen', afirma Gonzalo Fanjul, portavoz de Intermón Oxfam. Fuente:RedInmigrante.es