Más de 26.000 personas han adquirido la ciudadanía española en la provincia a lo largo de la última década por tener fijada su residencia
El retorno de ciudadanos extranjeros a sus países de origen, junto con el descenso en la llegada de más inmigrantes y las consecuencias de la situación económica, entre otras causas, han hecho que las concesiones de nacionalidad española hayan bajado un 28% en sólo dos años, según datos publicados por el Ministerio de Empleo. El Observatorio Permanente de la Inmigración, dependiente del citado organismo, señala que en 2012 se concedió la nacionalidad española por motivos de residencia a 3.949 personas de origen extranjero en la provincia, frente a las 5.509 que se habían otorgado en 2010. La coyuntura hace prever, además, que el número siga bajando.
El auge de la inmigración y el progresivo arraigo de buena parte de los extranjeros ha sido fundamental para que 26.562 personas residentes en los municipios alicantinos hayan alcanzado la ciudadanía española desde 2002. El número de concesiones anuales fue creciendo de manera exponencial hasta el citado año 2010. Después, la crisis ha influido de manera decisiva en este fenómeno, contribuyendo a que las cifras desciendan. Con todo, la provincia sigue concentrando uno de los mayores contingentes de nacionalizados: un 3,4% de las concesiones otorgadas en toda España en 2012 se produjeron aquí.
La mayoría de las personas de origen foráneo nacionalizadas españolas por residencia proceden de países latinoamericanos, en consonancia con los grandes flujos migratorios registrados desde finales de la década de 1990. De las 3.949 concesiones de ciudadanía española registradas el año pasado, 2.063 fueron otorgadas a personas procedentes de Ecuador y Colombia. Tras estos colectivos destaca el de Marruecos, con 547 personas que alcanzaron la condición de españoles el año pasado. Destaca también el arraigo de ciudadanos de origen argentino, con 291 concesiones de nacionalidad durante 2012.
Más de dos años en España
El tiempo mínimo de residencia en España que la estadística del Observatorio Permanente de la Inmigración contempla en los nuevos nacionalizados es de dos años. Sin embargo, casi un 13% de las personas que alcanzaron la ciudadanía española a lo largo de 2012 llevaban más de una década residiendo en el país. Asimismo, otras 304 incluso habían nacido en España –muchos de ellos quizá niños–, y 328 obtuvieron la nacionalidad por tener un cónyuge español.
El sociólogo Carlos Gómez Gil, director del Observatorio Permanente de Inmigración con que también cuenta la Universidad de Alicante (UA), recuerda que este arraigo ha supuesto que más del 5% de la población extranjera de la provincia haya dejado de serlo, y encuentra una lógica en el descenso a las concesiones de nacionalidad en que «va reduciéndose el volumen de inmigrantes susceptibles de optar» a ello. A esto hay que añadir «la caída en el crecimiento de extranjeros, e incluso las dificultades que muchos de ellos tienen en mantener sus permisos de trabajo y residencia». De esta forma se complica la situación de muchas personas «para poder acreditar todos los requisitos exigidos para optar a esta nacionalidad». Este factor contribuye también a que baje el número de concesiones de ciudadanía española.
Con todo, Gómez Gil destaca que también hay una importante «bolsa de inmigrantes asentados con permisos de larga duración». Esto es «un indicador muy positivo de integración», que puede llevar también a que alcancen la nacionalidad española en un futuro.
 

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