DiversAlacant - Encuentros Interculturales Ciudad de Alicante

Notas del Director (Propuesta escénica)

Dirigir es un ejercicio de responsabilidad. Dirigir una obra de teatro sobre la inmigración es una aventura que debe huir de la demagogia y ser lo más objetiva posible con un tema que nos concierne a todos. Siempre que me embarco en un montaje teatral pienso en lo que puedo aportar como director de escena (de manera ambiciosa, claro) a nuestra sociedad. Los pocos que nos dedicamos al mundo del “entretenimiento” (como nos catalogan los preparados programadores de los respectivos ayuntamientos) aspiramos a algo más; a dar una lectura seria de nuestra realidad ya que el teatro debe cubrir unas cotas mínimas si esta bien planteado. Para mi ha sido un lujo que una compañía tan prestigiosa en el archipiélago canario como 2Rc Teatro, Compañía de Repertorio, capitaneada por RAFAEL RODRÍGUEZ, cuente conmigo para llevar a cabo Los mares habitados. Entre otras cosas por la calidad textual de las historias de una nueva hornada de dramaturgos canarios como lo son ORLANDO ALONSO, IRMA CORREA y ANTONIO TABARES.

Partiendo de tres historias bien construidas: sobre las fronteras (Nana), las raíces del problema de la inmigración (Jaja Olusegum), y la universalidad del “extranjero” (Pasajeros del umbral), y con la ayuda de la premiada dramaturga IRMA CORREA como co-autora y cómplice, desempolvé unas escenas cortas que tenía guardadas en un cajón sobre una experiencia y visión que tuve en alta mar. En un viaje en barco desde Gran Canaria a Cádiz que realicé en el año 2007 los pasajeros nos encontramos en medio del océano atlántico, una embarcación cargada de seres humanos perdidos (en su travesía hacia una esperanza kamikaze) en la inmensidad del mar. A partir de esta visión armamos una historia que se va desgranado (Los huecos del mar) y que sirve de nexo de unión de los tres grandes textos literario-dramáticos que conforman Los mares habitados.

Tras la necesaria pero dura sesión de casting tuvimos la suerte de encontrar al elenco idóneo para poner en pie nuestro texto. El equipo artístico corre a cargo de 2Rc Teatro, Compañía de Repertorio y nos entendimos bien desde el principio. Mi idea primigenia es conformar un poema dramático sobre la inmigración. La manera de abordar esta temática tiene mucho que ver con la sutileza y la sugerencia al público, ya que estamos diariamente bombardeados por los informativos, y la vacuna ya ha hecho su efecto. Por suerte dispongo de una gran escenógrafa y artista como la joven ALICIA PARDILLA y con un solvente productor que me comprende como ALEXIS CORUJO. Pero dejémonos de flores, ya que necesito una propuesta contemporánea que se apoye en nuevos lenguajes como la danza-teatro y una buena preparación gestual de los actores, para lo que cuento con una actriz y asesora de movimiento cualificada (Fredeswinda Gijón) y un punto de vista global de la crónica que parte del antiguo distanciamiento brechtiano y que nos permite un juego que nace y muere en la sencillez.” De A hacia B la distancia más corta es la línea recta, y menos, es más”. Partiendo de esas premisas, el espectáculo se ha construido partiendo de la naturalidad y la fusión de lenguajes para escenificar unos cuentos que tienen mucho que ver con el rumor del mar: todo fluye como en nuestro océano de sueños. Hemos creado un poema dramático en el que hablamos del “extranjero”. El ser humano del que hablaba el brillante dramaturgo francés BERNARD MARIE KOLTÉS.

La pobreza no es una fatalidad. Está organizada día a día por una máquina económica pensada no para servir al hombre, sino para hacer triunfar los intereses de los poderosos. Los países del sur son el ejemplo de la deshumanización global de nuestro plantea. Nuestro espectáculo no pretende dar lecciones sino plantear preguntas. Nuestro montaje sólo quiere comulgar con el público y dar un punto de vista. Los habitantes de Canarias sentimos en nuestras carnes y arrecifes, como puerta a Europa, el rumor de “los cantos de sirena” y la injusticia de una realidad que debe ser responsabilidad de todos. Ya sea un grano de arena o una piedra, en el mar, se hunden igual. Canarias escribe teatro.

Carlos Alonso Callero

Alguien silbó (y despertó a un centenar de pájaros dormidos) llegó a mí después de un pequeño recorrido. Imaginaria Teatro, la compañía que fundé junto a Amador Artiga, llevaba un tiempo dándole vueltas al asunto. Queríamos hablar de algún problema actual y nos pareció que la inmigración era un buen tema sobre el que trabajar. Para ello recopilamos toda la información que pudimos y nos pusimos manos a la obra. Un documental sobre las condiciones de vida en el monte Gourogou, nos impresionó especialmente; en él se reflejaba perfectamente la situación en la que viven los inmigrantes antes de lanzarse a la valla de Melilla, dispuestos a hacer realidad un sueño que, en la mayoría de ocasiones, se queda en “agua de borrajas”. Pretendíamos crear una obra de manera colectiva, pero aquello no llegó a ver la luz.

Un tiempo después, retomé el asunto en solitario y decidí centrar la acción en este Monte Gourogou, en la frontera de Marruecos con España y construir un texto. No quería caer en un teatro documental, sumergido en la vorágine de documentos que tenía en las manos; tampoco quería terminar estableciendo juicios de valor. Finalmente salió un texto de dos hombres ante una situación en la que la supervivencia les lleva a jugar sus opciones de la mejor manera posible. La paradoja se fue dando. Un hombre que obliga a otro a comprometerse a hacer el asalto junto a él, sin contar con la ayuda de los demás inmigrantes del campamento. Pero, ¿quién es este hombre? Y sobre todo, ¿cuáles son sus razones? Descubrirlas es parte del espectador. Efectivamente, algo falla. Más allá de esa valla existe un modelo de organización, voluntariamente escogido por todos, que se muestra agresivo con los más pobres y que toma soluciones cuanto menos cuestionables. Las fronteras se refuerzan, sin que por ello logremos atajar un problema que no deja de ir en aumento.

En el documental emitido por el canal Telecinco, hace ya algunos años, podíamos ver a un africano herido que lanzaba una tremenda predicción: “Algún día la Nación africana se levantará. Algún día rendiréis tributo, respeto. Los marroquíes saben lo que pasa aquí, la Unesco sabe lo que pasa aquí… entonces, ¿por qué los agentes de seguridad nos tratan como animales? No soy un animal, soy una persona. A todos los que estáis ahí: haced un esfuerzo por ver que aquí se violan los mínimos de la existencia humana. Muchas gracias. Es todo lo que tengo que decir”.

Antonio de Paco

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