Una hoja de ruta hacia la ciudad intercultural basada en valores comunes, la participación ciudadana e interacciones cotidianas.


Un plan de trabajo sobre integración de inmigrantes no se lleva a cabo de un día para otro. En Barcelona, un compromiso continuo de los dirigentes municipales y la disposición a experimentar han contribuido a una estrategia eficaz a favor de la ciudad intercultural.

El Plan Barcelona Interculturalidad, presentado en 2010, es fruto de más de una década de trabajo por parte del Ayuntamiento de la ciudad. Este plan, que pretende servir de hoja de ruta para hacer realidad el deseo del Ayuntamiento de hacer frente a los retos que plantea la “coexistencia en la diversidad en Barcelona”, representa un nuevo tipo de política municipal que hace del interculturalismo, centrado en las relaciones e interacciones entre los ciudadanos, un parte fundamental e integral de las prácticas de todos los departamentos y servicios municipales.

“El modelo que hemos comenzado a desarrollar en Barcelona tiene sus raíces en lo que nos une, no en lo que nos separa”. – Plan Barcelona Interculturalidad (marzo de 2010)

Una respuesta rápida

En un período de diez años, la población inmigrante de Barcelona pasó del 3,5% en 1997 a algo más del 17% de los habitantes de la ciudad. Se trataba de una tendencia importante que el Ayuntamiento de Barcelona estaba dispuesto a afrontar, en particular debido a que en la ciudad había personas de más de 150 nacionalidades.
En 2001, el Ayuntamiento de Barcelona creó la Comisión de Política de Inmigración para establecer un conjunto de políticas prácticas que contaran con el apoyo de todas las partes interesadas, desde políticos hasta ciudadanos del municipio. Esta Comisión, presidida por el alcalde, elaboró el primer Plan Municipal de Inmigración en 2002, que fue aprobado por unanimidad por todos los partidos políticos. El Plan consistía en establecer un marco para el seguimiento de las políticas de inmigración del municipio y la integración de los inmigrantes en todos los niveles de la vida ciudadana de la sociedad barcelonesa y catalana.
Más tarde, en 2008, se lanzó el programa Barcelona Diálogo Intercultural para promover la participación de la comunidad en general en estos temas a través de un programa de proyectos de colaboración comunitarios, consultas y debates públicos destinado a que las instituciones, organizaciones y habitantes de la ciudad entablaran un diálogo sobre la importancia de la nueva diversidad de la ciudad y sus repercusiones sobre las responsabilidades del municipio, desde el urbanismo hasta la participación social.

En 2010, este proceso de consulta comunitaria deliberado y de amplia base culminó en una nueva visión para la ciudad. El Plan Barcelona Interculturalidad revisado se puso en marcha a fin de promover “la interacción positiva, el contacto, el diálogo y el conocimiento mutuo” entre los inmigrantes y los residentes de larga duración por igual y de constituir un fundamento común para la vida comunitaria que trascendiera las diferencias culturales.

Elaboración del Plan
El Plan Barcelona Interculturalidad se elaboró en tres etapas (2008-2010). La primera etapa incluyó estudios que definían los conceptos y metas del plan, así como un análisis de la situación de Barcelona en materia de diversidad. La segunda fue de carácter participativo y se basó en sondeos de opinión (“Cinco preguntas del Plan”) tanto de las dependencias municipales como de los ciudadanos; los temas del sondeo incluyeron: “la valoración de la diversidad, los factores que dificultan la interacción, los factores que facilitan la interacción, los elementos comunes propios de todos los barceloneses y la identificación de espacios reales de interculturalidad en la ciudad de Barcelona”. Por último se juntaron todas las aportaciones para formar el contenido básico del propio plan.
La consulta pública fue una parte crucial de la redacción del plan. Se creó un nuevo sitio web (http://www.interculturalitat.cat/) para acoger el debate público sobre el plan y para que los interesados pudieran seguir su desarrollo a través de nuevas actualizaciones. Entre las aportaciones hubo 1.200 ideas nuevas para el alcalde, formuladas por estudiantes de 14 a 18 de edad, y entrevistas a fondo con expertos y con 170 personas de todos los sectores de la ciudad. Algunos medios sociales, como Facebook, ayudaron a difundir estos contenidos, al tiempo que se celebraron casi 40 reuniones de trabajo públicas en diferentes consejos territoriales y sectoriales, con más de 400 participantes.
Se utilizó un software especial para analizar todos los datos, que incluían textos, vídeo y audio. Los resultados mostraron que un 34,5% de los entrevistados veían la diversidad cultural como algo positivo, mientras que el 21,2% la consideraban una amenaza para la sociedad. Este análisis ofreció igualmente un punto de referencia para el seguimiento del compromiso del municipio de promover un consenso público en torno a sus metas en materia de interculturalidad.

La interacción, eje central de la estrategia

Un resultado clave del proceso de consulta fue un “compromiso estratégico con la interacción” en todas las políticas municipales, desde la promoción económica hasta la educación. Se consideró que para crear un sentido común de pertenencia y un conjunto de valores ciudadanos compartidos era imprescindible situar la interacción en el centro del Plan.

El Plan Barcelona Interculturalidad presenta una lista detalla de los principios, estrategias y objetivos de su aplicación, que van desde la promoción del trilingüismo (catalán, castellano y la lengua de origen) hasta facilitar el acceso de los nuevos inmigrantes a las ayudas para la creación de empresas. La campaña BCN Antirrumores se enfrenta directamente a la discriminación, mientras que una política de inclusión permite que los servicios locales apoyen los placeres ordinarios de la vida cotidiana, como las instalaciones deportivas y recreativas.

El compromiso del Ayuntamiento de Barcelona con la interculturalidad —que incluye el liderazgo y voz del Ayuntamiento, su plan de acción, la asignación de recursos presupuestarios para su aplicación, una estructura de coordinación entre departamentos y sistemas de rendición de cuentas— está dando sus frutos. En agosto de 2011, el Consejo de Europa situó a Barcelona en el sexto lugar entre 29 ciudades en su Índice de Ciudades Interculturales.
fuente: Banco de Buenas Ideas de Integración-Cities of Migration


 

0 comentarios: