Equipo intercultural


En el equipo de profesionales del Programa ACCEDER trabajan hombro con hombro empujando en la misma dirección gitanos y no gitanos para que haya un equilibrio de interculturalidad, "uno de los valores que más tenemos en cuenta". Si bien Alejandro es payo, gitano es José Juan Jiménez, mediador intercultural, es decir, el encargado del primer contacto con la persona que llega, el que le hace la inscripción, le explica el programa y cómo le pueden ayudar y, en ocasiones, le acompaña a buscar trabajo y le hace el seguimiento, "aquí todos hacemos de todo, depende". Consuelo Correa Vargas, orientadora, estima que el escollo principal para el entendimiento, lo que a la hora de la verdad más separa a los gitanos de quienes no lo son, es "fundamentalmente, el desconocimiento que tiene la cultura mayoritaria hacia nosotros, y el estereotipo que sigue existiendo y es muy difícil quitárnoslo de encima: la gente cree que sabe cómo son los gitanos, pero en realidad somos los grandes desconocidos". Mercedes Santiago lleva el tema educativo a nivel escolar, "y sabemos que hay un porcentaje enorme de absentismo pero casi el 100% de nuestros niños ya están escolarizados, tienen su colegio pero sigue habiendo mucho abandono escolar, sobre todo en las niñas conforme se van haciendo mayorcitas. Hay que trabajar conjuntamente a nivel de las familias, concienciándolas de la importancia de la educación, porque es la única salida que tenemos los gitanos". Mercedes está casada con un payo y es madre de dos hijos. ¿Y cómo llevan el mestizaje?, le pregunto. Y ella: de maravilla, sacan lo mejor de cada lado y eso les enriquece. Destácame un valor gitano, le pido. Y me contesta: "una de las cosas buenas es el sentimiento grande de familiaridad que tenemos nosotros y que compartimos cuando hacemos amigos de verdad, un vínculo que cuando se establece ya no se rompe nunca; ni siquiera después de la muerte, porque la familia que queda sigue respetando ese vínculo siempre".
Dado que nos quedamos sin tiempo y sin espacio, quiero conocer en vivo los resultados de promoción de ACCEDER y le pregunto a Aurora Leandro, que anda dejando el local como los chorros del oro y luce en el pecho de su pulcro uniforme el nombre de Uzipen, un servicio profesional de limpieza para empresas y particulares que la Fundación Secretariado Gitano puso en marcha en el año 2006. Son todas mujeres gitanas con cargas familiares, y el proyecto, además de adquirir formación, les permite estar contratadas por la propia fundación para realizar tareas de limpieza a terceros, a la vez que se siguen formando. Aurora, separada, de 38 años y madre de una niña de 14 con la que vive en casa de sus padres, limpia oficinas y despachos a media jornada. Su hija está en el instituto "para que pueda llegar más lejos que yo", y dice Aurora que tiene un proyecto claro: montar su propia peluquería. Su madre le ayudará. Para esa gitana joven, como para tantas y tantos otros, las puertas de su propia promoción, o lo que es lo mismo de su futuro, ya han empezado a abrirse.
fuente:INFORMACIÓN
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Abriendo puertas a la promoción
 

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