Por anarmana


El 25 de mayo es el día de África.

Tenemos días para celebrarlo todo. Incluso cada continente tiene su día, hoy es una fecha cualquiera en la que celebramos el día del continente más olvidado del mundo: África. De él poco sabemos, más allá de la prensa y las noticias desastrosas quede allí nos llegan. Sin embargo es necesario un esfuerzo cada vez mayor, que corresponda al que desde allí están haciendo para sobrevivir.

El continente más joven nos habla de esperanza a pesar de que más de un tercio de sus habitantes viven en la pobreza extrema (menos de un dólar al día) o de que muchos de sus países se encuentran con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) más bajo del planeta. A pesar de ello, tras la primera cumbre de agricultura ecológica en Nigeria se observó, siguiendo los objetivos del milenio, como este tipo de agricultura podría por sí sola alimentar África. Así lo certificó el noviembre pasado un informe de la ONU. Más allá de la “moda” las prácticas orgánicas, que aúnan tradición y modernidad, han producido importantes aumentos de los rendimientos agrícolas al mismo tiempo que han mejorado la calidad de vida de los pequeños agricultores y su entorno. La amenaza evidente para África es el olvido del hambre y de los futuros efectos del cambio climático.

También África, la desconocida, tiene un papel principal en el Comercio Justo mundial. Además de petróleo y diamantes, África exporta muchos más y nosotros los europeos somos sus principales socios económicos según el último informe de Setem sobre Comercio Justo y África. De ellos extraemos sus materias primas: caucho, madera, flores y -sobretodo- cacao y café. Más de la mitad del café de Comercio Justo proviene de Tanzania y Uganda. Es en este primer país donde se han establecido cooperativas muy ligadas a las formas tradicionales de vida y las elecciones de los productores frente a las grandes empresas, pero a pesar de ello el gran potencial de los productos africanos de Comercio Justo se apaga si lo comparamos con la cantidad de productos latinoamericanos. Es por ello que decimos que África duerme en silencio.

De nuestro comportamiento, del cambio de hábitos, dependen sus resultados económicos. Y lo que es más importante, de esos resultados económicos saldrán alternativas, oportunidades de futuro y esperanzas que no consistan en aumentar el para un mayor número de africanos. Hoy, 25 de mayo.

Fuente:Soitu.es

 

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