Foro Asia Europa Meeting (ASEM)


«La religión juega un papel crucial en la integración social de los inmigrantes»

El experto vasco Carlos García de Andoin representa al Gobierno en el Foro Asia Europa celebrado en Manila

La teoría laica de la modernización anunciaba la privatización de la religión. Sin embargo, la globalización ha devuelto la religión a la vida pública y la inmigración es uno de sus factores. Sobre esta premisa, Carlos García de Andoin defendió en Manila el papel «determinante y crucial» que desempeña la religión en la integración social, a través de sus propias comunidades y «aportando significado a la vida y ayuda existencial a las personas inmigrantes». El director adjunto del gabinete del ministro de la Presidencia, uno de las máximos expertos del Gobierno en esta materia, encabezó la delegación española que ha participado en el Foro Asia Europa Meeting (ASEM), el pasado fin de semana en la capital de Filipinas, centrado en la promoción del diálogo entre comunidades inmigrantes de diferentes confesiones.
Durante su intervención ante cerca de 250 representantes de distibntos países y credos, García de Andoin dibujó un escenario europeo en el que el debate sobre política y diversidad cultural y religiosa tiene muchos frentes. Construcción de mezquitas, uso del hiyab, niqab y el burka o el derecho a la comida halal en la escuela, pero, también, el aborto, la muerte digna, el matrimonio homosexual o la presencia de símbolos cristianos en las instituciones públicas. «La religión es considerada como un peligro para la libertad de expresión, la igualdad de género, la tolerancia y la libertad. Por otra parte, las religiones ven los cambios sociales como relativismo de valores, deriva individualista y materialista», observó.
El experto vasco abogó por impulsar la tolerancia hacia las minorías religiosas, junto a la promoción de políticas de inclusión cultural, económica y política, particularmente en la educación. García de Andoin considera que la emigración «puede ser una gran oportunidad para universalizar los derechos humanos». En esa línea, sostiene que para hacer posible el 'vivir creencias diversas, ciudadanos iguales' es necesaria la separción entre Estado y confesión religiosa. «La identificación entre creencia y ciudadanía nacional -señaló- cercena la libertad de conciencia y religiosa de los ciudadanos, condena al creyente de otra confesión o al no creyente a una ciudadanía de segunda clase y genera conflicto social y violencia».
En el debate sobre identidad -la religión como primer deber y primera pertenencia-, ley y ciudadanía, el miembro del comité director del Observatorio de Pluralismo Religioso puesto en marcha por el Ejecutivo de Zapatetro cree que los conflictos de identidad no pueden ser eliminados. «Persisten. La asimilación no es solución, tampoco el 'laissez faire, laissez passer'. El desafío es la gestión de la diversidad cultural, religiosa y ética incrementando la cohesión social y política».
fuente:el correo.com 18.10.2011 - PEDRO ONTOSO BILBAO.
 

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