Un informe sobre la evolución de la población revela el descenso de extranjeros por primera vez
V. B. /EFE/Información.es

El porcentaje de extranjeros empadronados en la Comunidad disminuye por primera vez, aunque sea de forma leve, pasando del 17,5 por ciento del total de la población en 2009 al 17,3 por ciento en 2010, cerca de 5.000 ciudadanos menos. Por provincias, en Alicante destaca la población envejecida comunitaria -procedente de países europeos- y la población joven extracomunitaria.
La conselleria que dirige Rafael Blasco hizo ayer públicos algunos datos del último informe anual sobre "Migraciones e Integración" de la Fundación CeiMigra. En el mismo se apunta a cierto estancamiento de la población de nacionalidad española en la Comunidad el último año, tras haber aumentado alrededor de las 100.000 personas entre 2005 y 2010.
Mientras la población extranjera procedente de la Unión Europea sigue aumentando -suman10.522 personas-, la de procedencia extracomunitaria ha disminuido por primera vez en 15.240 personas, de ahí el leve descenso global de cerca de 5.000 inmigrantes en la Comunidad. Blasco destacó en este sentido a través de un comunicado la afluencia de población extranjera "clara, aunque a ritmo moderado y sin saltos".

Proyección para 2022
El informe CeImigra censa en la Comunidad 884.622 habitantes de origen extranjero frente a los 889.340 del año 2009. Por tanto, el número de inmigrantes en 2010 ha descendido en 4.718 personas con relación con 2009, por lo que el descenso global de la llegada de inmigrantes que ha pronosticado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) "se ha notado menos en esta Comunidad y es en 2010 cuando se comienza a percibir", según precisó Blasco.
No obstante, según la proyección que establece CeImigra "en el escenario con más probabilidades de ocurrir" -como contempla el citado informe- la población crecerá hasta 2022, en el plazo de doce años, un 36%, y concentra dicho aumento en los grupos de población de menos de 15 años y en los de más de 65.
Esto se traduce en un envejecimiento progresivo en el conjunto de la población, incluida la activa que trabaja. El grupo que crece de forma más importante para entonces es el de los más mayores en cuanto a los que son de nacionalidad española. Entre la población inmigrante el descenso más pronunciado se da en los de menos de 35 años que trabajan y, por contra, un aumento entre los de 35 a 65 años.
El estudio concluye que "la entrada de personas extranjeras es y será una necesidad en la Comunidad Valenciana en las próximas décadas". Un escenario sin inmigrantes conduce al envejecimiento de la población en general así como a un descenso global de la misma, de ahí que se insista en que "el nivel débil de natalidad de los españoles pide la entrada de gente joven en la Comunidad".

Políticas de integración
Dado el papel "vital" que también la OCDE fija en la inmigración para las economías "debido a la necesidad de más trabajadores para mantener el crecimiento y la prosperidad", el conseller Blasco también hace hincapié en la "necesidad de continuar impulsando políticas de integración con una perspectiva a largo plazo", dada la "drástica reducción de sus efectivos" por debajo de los 30 años, pese a que las cifras constatan, por otra parte, el aumento de población extranjera procedente de la UE "en años de crisis", siendo esta población la que viene a engrosar el grupo de mayores de 65.
 

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