Con el drama de la inmigración ilegal "a bordo"
domingo, 18 de julio de 2010
´Llegué a ver cadáveres flotando en el mar´ En patera desde Orán. Oculta su identidad por razones obvias ya que está aquí de forma irregular.
En patera desde Orán. Oculta su identidad por razones obvias ya que está aquí de forma irregular. Ha venido dos veces desde Orán en patera y a la segunda logró su objetivo: quedarse. Recuerda el viaje como una pesadilla, y eso que ya han pasado nueve meses, pero ahora se siente feliz. Le gustaría ser entrenador deportivo y se ve en el futuro con una familia y un trabajo "aquí, porque me encanta Alicante".
ISABEL VICENTE "Salí de Orán el 19 de octubre. Estuvimos en el mar desde las tres de la madrugada hasta las diez de la noche. Más de 18 horas. Era martes". Karim, como nos pide que le llamemos aunque no es su nombre verdadero, todavía se estremece cuando recuerda ese día y eso que hace ya nueve meses. "En la patera íbamos diez personas, todos hombres y adultos. El barco era muy pequeño y aunque no hacía mucho frío lo pasamos muy mal. Da mucho miedo. Yo he visto en el mar cadáveres flotando y sabes que te puede pasar a ti".
Salió de Orán con lo puesto tras pagar 900 euros por el pasaje. "Fui con algo de comida y la ropa que llevaba encima. De dinero nada. Cuando subes a la patera te preocupa el viaje. Luego ya se verá". Conforme el barco se fue acercando a las costas andaluzas el estado del mar fue empeorando. "Cerca de Almería había mucha resaca. La barca iba para adelante y para atrás. Creímos que no llegábamos. Me dio miedo y, como llevaba el móvil con batería, llamé a mi sobrino que vive en Alicante y él avisó a la Guardia Civil, que nos rescató".
Karim habla con frases cortas alternando el francés con el español que ha aprendido en los nueve meses que lleva en España. Sabe que en la zona en la que fueron rescatados han muerto muchos argelinos que, como él, intentaron llegar a España navegando en una patera. "Claro que me daba miedo, pero la patera fue la última solución. Ya lo había intentado antes por Gibraltar y me tuve que volver, pero tenía claro que había que llegar a España. Quería cambiar, quería estudiar. En mi pueblo no tenía nada. Encontrar trabajo allí es muy difícil y sólo lo consiguen quienes tienen dinero y pueden pagar sobornos. Además allí hay muchos problemas con las drogas, con el hachís, no hay futuro. Tenía que llegar aquí". Karim lo tenía claro porque en Alicante, concretamente en el barrio de Benalúa, vive desde hace diez años una de sus hermanas con sus sobrinos y, frente a muchos de sus compatriotas que se encuentran solos, él sabía que aquí le esperaba parte de su familia y un techo donde vivir.
Tras ser rescatados en la costa Karim pasó tres días en un centro de internamiento en Almería y de ahí fue trasladado a Málaga donde estuvo ingresado 15 días. "Luego me dejaron ir y vine a Alicante a casa de mi hermana con la que vivo ahora. La casa es pequeña pero nos ajustamos". Dice que durante el tiempo que estuvo en los centros de internamiento el trato que recibió de la Guardia Civil y de la Cruz Roja fue muy bueno. "La gente que he encontrado desde que he venido a España me ha tratado bien aunque a veces cuando digo que soy argelino hay personas que me miran raro".
Karim está feliz de estar en Alicante. "Me está ayudando mucha gente. Lo primero mi hermana y también algunos amigos como Manuel que es como otro hermano". Efectivamente, Manuel, que colabora con una asociación de ayuda a los inmigrantes, le acompaña durante la entrevista y habla maravillas del joven: "Es trabajador, educado, inteligente y estudioso. Ha aprendido a hablar español en poquísimo tiempo, fíjate. Es un gran muchacho".
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